Mucho se sabe ya de la necesidad que se tiene actualmente para contratar un “algo” en el mercado que nos propicie un arrendamiento seguro y que tanto el arrendador como el arrendatario establezcan una relación de renta de manera segura y en armonía.
Ahora, contrastemos esta realidad con la oferta del mercado respecto a esta necesidad inminente de renta segura. Cuando volteamos a ver quién puede otorgarnos este tipo de servicio que por su propia naturaleza es complicado pero necesario, no sabemos a quién acudir, es más, ni siquiera estamos seguros de cómo hay que googlearlos dado que no este tipo de firmas no son muy conocidas. Normalmente para rentar de manera segura podemos pensar en contratar a un despacho de abogados, pero lo siguiente que viene a la cabeza es ¿qué tan caro será? Pues no tendría sentido que los frutos de la renta se fueran en su mayoría a pagar la gestión.
Después volteamos a ver a las afianzadoras, pero una de los principales detrimentos para adquirir una fianza es el alto costo de la misma y lo poco que cubre de las contingencias que se pueden presentar en una operación de arrendamiento, dado que las afianzadoras se enfocan en asegurarte el cobro de las rentas morosas pero no hacen investigación del inquilino, ni desocupación del inmueble y mucho menos acciones extrajudiciales (convenios entre las partes) para acelerar la recuperación del inmueble objeto del contrato de arrendamiento. Por lo tanto, los clientes arrendadores se desaniman de contratar con una afianzadora un producto de arrendamiento seguro. Otra de las fuentes que los clientes voltean a ver como solución a su necesidad es a su propio agente inmobiliario o a la firma inmobiliaria a quién contrató para poner en renta su inmueble, pues dan por hecho que al deben estar especializados y profesionalizados en este tema.
Así es, como los agentes inmobiliarios o empresas inmobiliarias se han visto en la necesidad de encontrar firmas que les suministren este tipo de servicios y llegan así a encontrar a los despachos de coberturas jurídicas de arrendamiento. Estas firmas de arrendamiento seguro tienen sus bases en el campo inmobiliario, pero han ido adquiriendo a través del tiempo y experiencia un conocimiento jurídico respaldado por un despacho legal. Por lo que para el arrendador y arrendatario resulta bastante atractivo identificar estas empresas pues combinan el conocimiento del mercado inmobiliario con la profesión de abogacía. El objetivo principal del despacho jurídico que fusiona los dos términos en entregar una renta segura a las contrapartes y sus alcances son diversos, pero irán desde convenios extrajudiciales, recuperación de las rentas, recuperación de servicios vencios, desocupación del inmueble, pasando por un punto central: la investigación del inquilino. Esta investigación se hace de forma muy minuciosa a través de distintos canales que las empresas de arrendamiento seguro han desarrollado a través de algoritmos de riesgo, así como de investigaciones de riesgo en diversos burós al alcance de estas firmas.
En conclusión, una afianzadora no es lo mismo que una empresa de coberturas jurídicas, la primera, aunque asegura el cobro de las rentas vencidas, no puede cubrir las demás necesidades de los arrendadores. Mientras que la segunda, no siempre recupera las rentas seguras pero siempre le recupera a su propietario su inmueble.
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